Sinergias en la evolución cinematográfica.
Extracto 1
Resulta relevante un elemento que se ha mantenido inalterado en el séptimo arte; el parentesco entre la concepción de la experiencia cinematográfica, entendiéndola como las características de visionado de un film, y el mito de la caverna de Platón. La caverna alegórica de Platón plantea conceptos filosóficos a través de la metáfora de cómo el ser humano aprende, a través de unos prisioneros que desde su nacimiento están en una cueva encadenados, percibiendo sombras proyectadas por una hoguera. Los cautivos/ espectadores se encuentran en un espacio con una única fuente de luz proyectando información que los propios cautivos/espectadores perciben y entienden como la realidad. La coincidencia con la caverna alegórica es una de las tendencias explícitas en los primeros años de vida del cine, donde coexisten simpatizantes con tendencias que tienden a la utopía fílmica con detractores que buscan demonizar el nuevo arte. De entre ellos, existen valedores que profetizan un nuevo medio válido para concienciar al público de cualquier clase, y es que “prometían que el cine reconciliaría a las naciones hostiles y llevaría la paz al mundo”. La creencia en la influencia del cine en la manera de pensar de los espectadores, influencia o no de la caverna alegórica, lleva a los detractores a un temor inspirado en la posible humillación potencial de las clases inferiores. En ambos casos, a pesar del enfrentamiento inicial, se observan tres factores de influencia. En primer lugar se encuentra patente la hostilidad por el arte de mímesis por ilusionista, planteada por el filósofo Platón en la antigüedad, conjugada con un gran recelo hacia la ficción artística, y en segundo lugar, se encuentra presente el desprecio de la clase burguesa ante el potencial democratizador el séptimo arte. Aunque lo realmente significativo es que su tercer punto en común lo constata el potencial emergente del cine que todos reconocen en su capacidad para hacer soñar al espectador; puede aislar de cualquier problema a la persona que observa con atención los veinticuatro fotogramas por segundo de película fílmica, en lo que supone un esfuerzo por llegar a un lenguaje asequible a cualquier ser humano: el de las imágenes en movimiento.
Extracto 2
En el cine la obra siempre depende del criterio de una persona o de un pequeño grupo de personas. Y a pesar de la gran industria y oficios que sustentan al cine-arte, la visión de artista-autor está detrás de la creación de la obra cinematográfica. La realización cinematográfica comprende un complejo sistema de elaboración que requiere de la participación de un gran número de profesionales, pero en las mejores películas, las más personales, es la figura del director la que se puede ver detrás de cada detalle; como la obra de arte contemporánea, como ya dejaron patente Marcel Duchamp y el urinario o Andy Warhol con sus cajas de brillo, la autoría no está sólo en la manufactura directa y presencial de una obra artística, prima el concepto, la autoría. Y es que en un equipo hay una estructuración del trabajo en función de las áreas que intervienen en una obra cinematográfica; dirección integral, dirección de sonido, dirección de arte, dirección de producción, dirección de fotografía y dirección de post-producción (éste último en ocasiones pertenece a la producción) y cada uno de los subdirectores, cabezas de cada departamento, son prolongaciones del propio director o, en su defecto, de los productores - según el modelo blockbuster hollywoodiense.
Extracto 3
Una obra de arte requiere una inversión de capital que a veces puede hacer el propio artista aunque en la mayor parte de las ocasiones, ésta labor es realizada por la figura del mecenas, ya sea una galería, un particular o una institución. En el Cine contemporáneo, una obra de producción media supone una inversión de varios millones y el capital necesario suelen aportarlo las productoras (en algunos casos se suma un capital aportado con las instituciones nacionales o comunitarias en concepto de fomento cultural, como en el caso europeo y el programa MEDIA), este hecho asegura un cierto control de la producción por parte de las instituciones, que de una manera u otra filtran los proyectos a realizar. Si bien la productora estima el proyecto en función de la rentabilidad, las instituciones valoran en función de intereses sociales. Dos casos claros de influencia institucional en la producción se dieron en el Expresionismo Alemán y en el Cine Soviético, ambos casos pertenecen a la primera etapa del cine (pre-sonoro). La producción inicial del régimen alemán se financia gracias a la productora UFA, fundada por el propio gobierno alemán para producir obras afines además de parar la influencia del cine norteamericano en la etapa de depresión económica, moral y social que sufre Alemania tras la Primera Guerra Mundial. El expresionismo alemán fue un reflejo del alma y la psicología del país, un período de producción que navega entre lo gótico y lo romántico. Sin embargo, el Cine Soviético obtuvo un nexo más explícito con el régimen político, y es que en 1917 el cine emerge como el arte oficial del régimen gracias a la subida al poder de los soviets: el nuevo gobierno proporcionaría los medios técnicos y la infraestructura para crear películas y documentales que promocionaran el ideario soviético.